y la luna te agasaja de resplandores de arena
mientras mis manos recorren distancias de piel de seda
y tus susurros desvelan necesidades de cuna.
Acaricia el piano antes de que amanezca
para que suenen los gemidos de tu alma.
Regálame el placer de cantar amores
y sorpréndeme con un te quiero de lavanda.
Moja tus manos en esencia de sabores
y relame las horas que separan los encuentros.
Recorre el mundo y llega a los albores
para traerme el deseo envuelto en páginas de cuentos.
Cuando el lecho de sábanas de nubes nos abrace
y el goce del cariño nos empuje y nos abrase,
oirás un canto de sirenas en el pecho
y la memoria llenará tus recuerdos de leyendas
para que te sorprenda el despertar entre mis dedos.
Ama con fuerza niño valiente.
Sigue a tu amada donde se encuentre.
Lucha con saña hasta la muerte.
Corre hasta mi cruzando el puente.